Me dijiste te quiero en la mirada
en tus ojos leí remordimiento
como un niño muestra su sentimiento,
de ojos tristes y pupila morada.
Tu fuiste de mis vides el sarmiento
y así mi uva contigo madurada,
la que habia sido con tu amor sembrada
le arrebató todo el dulzor un viento.
Secando lágrimas de tu mejilla
perdonándote, mas sin olvidar
comenzé mi bogar hacia otra orilla.
Tristemente, las olas de la mar
hicieron de mis lágrimas arcilla
con huellas que jamás han de secar.