Manitas infantiles
pintan imaginarios amigos
a personitas gentiles
y risas sutiles de niños.
Su vida es un sueño
juegos con colores boreales
su concepción no es un misterio
vajaron por resbalines del cielo.
Angelitos terrenales
enviados desde el firmamento
con su cimiento de nubes de seda
donde jugaban a pies descalzos,
sus alitas no han desaparecido
se tornaron color ambiente,
pero siguen estos querubines
con sus travesuras celestiales y alegres.
Depurado corazoncito
de estos pequeños hombrecitos
la vida dulcemente complementada
con angelitos de alas transparentadas.
Del amor inmaculado brotaron,
a orgullosos padres entregados,
botones titilantes de rayos de existencia
iluminan a todos con su carisma e inocencia.