DESVELO.
En mi desvelo
soñé encontrarte,
te veía atravesando
las paredes
y regresabas para amarme.
Era tan poco lo que había dormido,
que un fugaz sueño
llegaba dándome alivio...
tus manos extendías
y tocabas las manos mías.
Tu corazón y el mío
gozosos se besaban,
cómo si nunca se hubieran
separado,
tú siempre a mi lado,
yo haciéndote feliz.
En mi desvelo
tu voz me acariciaba,
recorría mi piel
que tanto te reclamaba.
Solo tu alma
ha tocado al alma mía,
solo tu amor es para mí,
es lo que tanto anhelo.
Y en los bosques de mi alma,
busco por las noches
mientras camino,
todos esos lugares donde
fuimos tan felices.
Ya no sé si
eres solo un sueño,
ya no sé si
eres mi fantasma de amor,
tan solo sé
que por siempre
será tuyo mi corazón.
YOLANDA BARRY.
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POR SIEMPRE TÚ.
En mi vida
se detuvo el tiempo,
ya no hay luz ni sombra,
tan solo tu recuerdo amado
hace vibrar mi corazón.
Podrán besarme miles de labios,
manos extrañas tocarán mi cuerpo,
pero lo que llevo muy dentro
solo te pertenecerá.
Siempre tú y tu alegría,
tus ganas de vivir la vida,
tus versos que hacían mis días
los más bellos,
llenos de felicidad.
Pondrás mil candados a tu alma,
cerrarás tus libros
para no leerme,
pero lo que dejé en tu cuerpo
eso ya nunca lo desprenderás.
Y seguiré en silencio
escribiendo estos versos,
quizá algún día
decidas regresar.
YOLANDA BARRY.