Que esta pena
aprieta.
Que no se está
quieta.
Y corre por mis
venas.
Y a mi juicio
lleva.
La inquietud de
un imposible
deseo.
Corre querida
pena.
Y guarda el
secreto.
A mi alma
dormida.
Y que no
sepa ella.
Que la he visto
desnuda.
Y sola por la
vida...
Rafael Pablo