Despertar
Muy confundido yo me encontraba,
en aquel pueblo que me vio nacer.
Tus ojos míos que me miraban,
eras el chico que supe ser.
En las dos ruedas de bicicleta,
por la vereda de mamá Raquel.
Tú me mirabas como sabiendo,
que eras un sueño de mi ayer.
Cuando de lejos aparecía,
una figura de una mujer.
Aunque quería ya no podía,
mis frías piernas poder mover.
Hoy vuelvo al pueblo,
mis pesadillas lo pidieron,
tal vez son sueños,
yo no lo sé...
Viejos amores en la placita,
y en la esquina del San José.
Fue en esa esquina que la besé,
y amor eterno yo le juré.
Cien mil caricias, tardes de ensueño,
nunca podría desear mejor,
calor de enero, pasión sin freno,
en la salida algo de rubor.
Nuestros proyectos los dos planeamos,
nos decidimos juntos crecer.
Pero el destino tendió su trampa,
¿Cómo la vida fue tan cruel?
Hoy vuelvo al pueblo,
mis pesadillas lo pidieron,
tal vez son sueños,
yo no lo sé...
Pasé mis días en los estudios,
entre la niebla de la ciudad.
Pasando textos comiendo libros,
me distraía para no llorar.
Después de años gané un diploma,
y de propina a trabajar.
Fui empeñado y respetuoso,
me convertí en un profesional.
Tuve otras fiestas bailé con damas,
y hasta casi llegué al altar.
Mas de María y de su sonrisa,
jamás podría olvidarme más.
Hoy vuelvo al pueblo,
mis pesadillas lo pidieron,
tal vez son sueños,
yo no lo sé...
Grandes encuentros, viejos amigos,
linda familia y a caminar.
Aquella plaza, la vieja esquina,
donde aprendí una vez a amar.
De pronto un niño, muy divertido,
en bicicleta, pude observar.
Tenía mis ojos, bella sonrisa,
y de esta vez era realidad.
Vi la figura de mi María,
mis frías piernas no sirven más.
Se fue aquel niño, con mi mirada
y la sonrisa de su mamá...