De ti aprendí,
a vivir.
De tus manos cansadas aprendí a escribir,
que rápido pasa el tiempo,
hoy no hay retroceso,
me encanta verte reír.
Encontré entre tu risa una razón de existir,
de tus pies cansados hice un pedestal,
con tu memoria algo juguetona construí mi felicidad,
de tu vida me robé tu amor.
Soy tu protector y fiel admirador,
de tu constancia y dedicación,
de tu terquedad y tu perseverancia,
de tu paciencia y tu amor.
Algún día no me recordarás,
yo si, por toda la eternidad,
eres mi debilidad y mi fortaleza,
eres mi pilar fundamental,
eres aire infinito que llena de vida mi ser,
eres lo que nunca dejaré de querer,
eres luz que siempre brilla en la oscuridad,
eres el todo completo dentro de mi soledad,
eres mi mamá.
De ti aprendí amar,
y hoy te amo a ti como nunca podría hacerlo.