A MI MADRE
¿Qué hubiese sido de mí
si tú no hubiese existido?
No estuviese ahora aquí
escribiéndote agradecido.
¡¿Qué hubiese sido?! ¡Mamá!
A solas yo te interrogo
y tu alma blanca me da
una respuesta en desahogo.
Me pongo a pensar a veces
en el dolor al darme a luz,
sin contar los nueve meses
que me cargaste más tu cruz.
Es por eso y más que digo
que te quiero más que a mí;
que te amo, que te bendigo,
pues, si existo es por ti.
Autor: Jareth Cruz
San José, Costa Rica
19/10/14