Mirinda

FAROS

Silencio, me refugio en el silencio.

Es que en algún rincón del alma,

hay escondida una pena, una aún doliente pena,

que debo dejar atrás...

Por momento lo logro… La olvido, por largos y agradables intervalos de tiempo…

Hasta que la astuta y molesta, se prende a un sentir pasajero,

que pasa por mi mente, aprovecha y se instala, taladra y taladra mi cabeza.

Busco consuelo en un trago, que más que consuelo es desconsuelo.

Y naufrago por mares de tristeza…

Pero, ¿saben…? siempre hay un faro que ilumina mi regreso.

        Como querría desterrar para siempre esta pena de mi vida...

 ¿será que ella es ya parte mía y siempre me acompañará?

Por las dudas, yo sigo en búsqueda de faros.

 

 

                                 Miriadas