Managua, 4 de mayo 2015
Te he pintado de memoria
y ha quedado impregnada
de tu aroma, mi camisa.
El amor rodó por nuestros cuerpos,
cuando enredados figuraban un lienzo,
en donde trazó pinceladas
de cariño, de ternura y deseo...
Y fue nuestro beso primero,
el que abrió las puertas a lo salvaje
a lo duradero:
“A este amor que tanto quiero”