Entre cielos lánguidos y clausurados,
te encontré a ti, en medio letras y sentimientos,
sin pedirte nada, me diste tu apoyo y consuelo,
eres como el ángel, que siempre busco en sueños.
Siento que me comprendes sin censuras,
eres lúcido y algo singular, pero en el fondo,
yo solo veo un espíritu altruista y amable.
Eres amigo mío un ser apreciable.