Momentos suspendidos en el aire como motas de polvo,
el reloj no existe,la muerte no existe,
a mi corazón drogado y ardiendo
le disparo ron y diversos licores
para comenzar a abrazar
la mente absurda de una mañana rota
llena de malos hábitos
y predecibles malas compañías
que me sumergen en otro de esos
divertidos sinsentidos
que tanto me gustan y que luego,
irremediablemente,tanto desprecio...
Mi nueva luz duerme,
mi nueva luz se preocupa por mí,
ella es bonita y elocuente,
coherente como no he conocido ninguna,
ninguna de esas que creí conocer,
y yo soy la línea torcida,
la pata coja de la mesa,
ese patán que conoce el mundo pateándole el trasero,
un individuo en desarrollo constante
con más ganas que ímpetu
abocado sin remedio a la decisión errónea,
pero al fin y al cabo
soy orgulloso ignorante
a pesar de pérdidas y conflictos internos
y sonrisas regaladas con esmero
al vacío inmortal...
El día y la noche se me hacen uno,
procrean en la intimidad de mi desorden,
lunas,soles,estrellas,
oscuridad y un blanco fugaz,
vida y alcantarillas,
bolsas que se abren,
puertas que se cierran,
caras nuevas,caras viejas,
el vaso que vacío,el vaso que lleno,
ceniza al viento o al suelo,
tumulto,silencio,
mierda...
Mi guerra no es tu guerra,
mis alas no son tus alas,
lo que esconde el párpado
es un muro para la belleza de tus ojos,
vete o quédate,
ya estoy preparado,
no sufro,
ahora solo discuto conmigo mismo,
me quiero,te quiero,
luz que muerde mis sombras,
risa que alimenta mi necia magia...