liborio cantillo

XIX

 

Tiempo, detienete un momento

Y para tus agujas asesinas,

Que en el letargo  fugaz en que me pierdo

Nace una pena que en el pecho siento,

Y que en el fondo de mi ser presiento

Cual lava ardiente que al corazón calcina.

 

Detente al menos mientras lloro aquella

Época ignota de lejanos sueños,

De ninfas bellas y apartados puertos

Hadas aladas que en preciosos cuentos

Llenaban de ilusión el pensamiento.

 

Parad porque mi mente evoca una dulce

Y Efímera quimera,

Unos ojos negros y una roja boca

Que inundando de sopor provoca,

Una dulce sensación tan placentera

Que llena de ilusión el alma entera.

 

Parad que en avalancha la pasion me ciega

Y siento en mi cerebro desazón y niebla,

Todo es oscuro y mi pupila tiembla

La luz se esparce y la angustia llega,

Llega el  demonio que mi cuerpo puebla

Ruge con furia y a su acción se entrega.

 

Ilusión, esperanza, todo se confunde

En el recuerdo vago de tu faz incierta,

Y en el negro abismo en que mi ser se hunde

Veo el imperio de las cosas muertas,

Dosel de desventuras y aflicciones

Termino brutal de tus acciones.

 

Tiempo inútil, aletargado y frio

Porque atormenta tu tic-tac mi vida?

No sabes que el destino mío

Es andar por el mundo sin cabida?

El mundo del dolor siempre se olvida

Y los seres como yo mueren de hastío.