Josefina 46

\"LA LÁMPARA MARAVILLOSA\"

Después de pasar años de fatiga

para ahorrar unas pesetas,

renovamos la lámpara del comedor

que ya se caía de vieja.

 

Con gran ilusión la elegimos

llena de lágrimas y cristalitos

y creo que de aquella maravilla

hasta su \"genio\" nos trajimos.

 

Un genio que, por cierto,

vino hacernos una jugarreta,

a dejarnos sin aliento 

y con la boca abierta.

 

Mi hermano hacía de electricista

y expectantes mirábamos sentados,

cual no fuera nuestra sorpresa

que la lámpara del techo se vino abajo.

 

Nos quedamos de una pieza,

él se llevó las manos a la cabeza,

su mujer quedó con los ojos cerrados

y yo de tan abiertos desorbitados.

 

No supimos que pasó y...

a todas estas la paella estaba hecha,

nos pusimos a comer de mala gana 

mientras la lámpara vieja presidía la mesa.

 

La llevamos a arreglar

y nos tocó rascarnos el bolsillo,

hoy la miro con recelo al pasar

porque de ella un pelo no me fío.

 

Se dice que en las situaciones adversas

siempre hay algo positivo, más... 

a no ser que pasemos a formar parte

del cuento de Aladino.

 

En este poema un tanto anecdótico

he querido poner una nota de humorismo,

pero os aseguro que en aquellos momentos

no me hizo gracia en lo más mínimo.

 

Aunque recordé a Thomas Edison

que inventó la incandescente bombilla,

pues cada año miles de ellas

se encienden en la Feria de Sevilla.

 

¡Y esas luces de colores

anunciando la Navidad!

¡y el faro desde la costa

alumbrando la bella mar!

 

¡Y en las fiestas de mi pueblo

con sus Bandas y \"Tomatina\",

con las luces del Campanario

y las farolas de su ermita!

 

Fina