Tomé tu mirada y seguí su ruta
y fue como el pincel que esmaltó
mis curvas para encenderme.
Seguí tus manos en su recorrido
y dibujaron un paisaje nuevo
en las cavernas de mi cuerpo,
y fue tu voz la que ponía el color
en la humedad de mis pistilos.
Fue entonces la mejor pintura
que lució el amor
desde nuestras acuarelas,
hilvanando labios y poemas
en una constelación nueva.
.
Y fue secreto entre óleos
y fue un secreto
que se despertaba desde la paleta
siendo tú ...la morada de mis besos.