Viajar por todas las esquinas de mi piel
sorbiendo sus secretos,
recorriendo el paisaje de mis labios
en apretadas mieles.
Escalar mis colinas
temblando con el fuego de mi selva,
enredar los cuerpos
en los gritos escapados por el aire.
Tu voz como oleaje ardoroso
que me enrosca y me quema…
Todo sería
un viaje de placer por nuestros cuerpos.