y fue un cinco de mayo glorioso;
en Puebla dos mil hombres esperaban
a siete mil soldados bien nutridos
con ganas de acabar con la esperanza.
Los cañones sonaron con crudeza
haciendo mas sangrienta la batalla,
mas allí los franceses sucumbieron
el pueblo mexicano dijo basta.
-Hoy hemos derrotado a satanás,
alzara Zaragoza allí su espada,
-quizá luego perdamos nuestras vidas
pero hoy hemos ganado la batalla.
Allí empezó a perder Napoleón
ese imperio que tanto deseaba,
el pueblo reclamo su libertad
y hallo la independencia deseada