Ámame como soy...
como la extraña criatura
de sangre y fuego
como el poeta de las soledades
coleccionista de naufragios
bajo un tiempo sombrío
que extingue y degüella.
Deja que ardan mis versos
sobre el minuto del páramo de tu alma
y así llenar tu corazón de lumbre
no te afanes en juzgarme
antes de que en mi se abra la palabra.
Ámame mujer...
como la magnética esencia de mi espíritu
amándote con la prodigiosa exactitud
del amor bebiéndose el tiempo...
exíliame en los pastos sagrados de tu memoria
¡no me dejes morir mujer...
sin ni siquiera yo haber nacido!.
Ámame ...
como el universo que se mira y no se olvida
no dejes de beberte la luz que nos cobija...
aguárdame una y otra vez ¡no te rindas!
tiempo y distancia en el amor ¡no son nada!
Ámame como quisieras que sea yo
fantoche e imperfecto
poeta bohemio y soñador
¡rey del mundo! ¡mendigo!
o ¡esclavo eterno de tu amor!
Mujer ámame sin condiciones...
¡igual que te amo yo!
Tato Ospina
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