¿Cuánto aprenden nuestros niños, cuando creemos que no nos están mirando?
“Perdóname, mi príncipe.”
Niño de mirada triste
y de un amor inmenso
te veo y solo pienso
el motivo que te asiste.
Acaso no eres candidez
de ángel caído del cielo
por qué esa faz de hielo
dilo sin miedo ni timidez.
Tienes razón mi angelito
he sido un mal ejemplo
al no valorar tu atención
desde ya y sin condición
nada de obrar cual delito
y espero verte contento.