La vida es una perra
y a veces por instinto muerde
cuando siente su integridad amenazada.
Todo depende de cómo uno la trate,
se le puede acariciar
y hasta se dará vuelta
para que le rasques la panza.
Si te muerde una vez, no le temas,
no huyas de ella, no la sacrifiques
ni la eches de casa,
no seas cobarde,
amánsala.
JCEM