Gladys Sarai

entre tinieblas

sobre un corcel va un jinete

cabalga sin rumbo, perdido

que lo están siguiendo, el siente

gotea sangre de su brazo, está herido

 

entre tinieblas el suele vagar

pues la luz molesta su vista

a un pueblo el trata de llegar

como amuleto leva un cristal amatista

               

aquel bello corcel que lo carga

parece ser que tiene los ojos colorados

el jinete tiene una sensación muy amarga

y entre hierbas con espinas están atrapados

 

-¿los has visto?-me pregunta un nativo

-si- le respondo confundida

-hubo un tiempo en el que él estuvo vivo,

ahora su alma penando se encuentra, perdida-

 

-así es, es un fantasma vagando

por el camino de piedras y espinas

su muerte anda vengando-

-¡ten cuidado! si lo encuentras mientras caminas-

 

se cuenta que lleva un sable escondido

y cuan do menos lo piensas, te atraviesa

no sabe quien lo mató, está confundido

es por eso que matar a cualquiera no lo piensa

 

tengo que ir en busca de él

para acabar con esta maldición

pues murió de una forma cruel

pero matar a inocentes no es la salvación

 

allí viene, escucho las pisadas del corcel

el jinete tiene una capucha oscura

la piedad no existe para él

puedo ver mi muerte futura

 

de repente siento frío en mi corazón

tirada sobre la hierba lo miro mientras se aleja

de su muerte nunca supe la razón

y sin sangre en mi cuerpo, su sable me deja

 

-no te vayas jinete- matar a todos no te servirá

tienes que mirar la luz incandescente 

solo así la paz encontrarás

aunque yo morí siendo inocente.

 

Gladys Sarai Hernández Ruiz.