INSTRUIRSE
Son muchos los que tienen prisa
en llegar y envasar:
El que vende, quiere hacerse rico
en nada más de dos o tres meses;
el que fabrica quiere sacar
la salpicadura con velocidad,
y muchos de los que hoy viven así,
se dedican a una carrera para estudiar,
quieren llegar bien pronto
a la meta deseada, salpicada,
para ponerse en la tarjeta
el título de profesional.
¡Qué pequeño es el mundo!
¡Qué expresiones nos salen con ideas!
El pez gordo puede instruirse,
el pequeño en la decadencia aguarda,
como se impone aquel en ilustrarse.
1 de septiembre de 2014
Autor: Rafael Molero Cruz