¡Qué te jodan! Simplemente.
No soy un juguete y con tu actitud
me hieres… ¡Me desquicias!
Cuelgo el teléfono
ni quiero escucharte,
pues tu interés, desinterés…
¡No es de justicia!
Y me siento tan mal…
Transcurridos apenas
unos minutos de histeria.
Me duele el estómago
me hierve la sangre
la locura en mí, se adueña.
No sé… Cómo consigues siempre
subirme, bajarme
¡Tú ya me entiendes…!
No sé… Cómo consigues
convencerme, enloquecerme
¡Sobrepasar los límites!
Pienso…
¡Me importa una mierda!
Pero en realidad,
¡Me importas tanto...!
Grito como loca,
pierdo los estribos
y la verdad es…
¡Que ni yo me aguanto!
Y tras varios días de
peleas…¡De broncas!
Después de bloquearte
y desbloquearte,
por tercera vez…
¡En solo dos horas!
Después de llorar
mil lágrimas y darme cuenta,
que mi vida tiene sentido…
Y sólo contigo.
Después de todo eso,
pasa la tempestad
que devuelve la calma.
¡Por fin…! Podemos hablarnos,
por fin razonamos
y nos escuchamos…
¡Por variar un poco!
Por fin levantas la cara,
mientras brilla… ¡Una sonrisilla!
en la comisura de tus labios.
Te miro… ¡Cómo sólo tú, sabes!
buscándote, insistiendo tan fuerte
por sólo sentirte…
Susurrándote al oído,
¡Qué te comería con solo mirarte!
¡Y sabes que estoy loca…!
Y en esta locura ¡Mi locura!
Te quiero conmigo.