Hey!, monstruo asediado por tus iras,
dejad de consumir aquellas píldoras,
dejad de blasfemar contra el pasado,
escupe prontamente tu resabio.
Monstruo airado de alma timorata
deja escapar tu miedo y tu venganza…
No pintes de espejismo tus espejos,
no huyas de tu imagen, no es un sueño.
Sencillamente te cuesta acostarte
victorioso, satisfecho, impenetrable.
Francamente tu lecho es la trinchera
última y el rencor de tu espera
es una guerra, anida en la milicia
del ego…en la mortal malicia.
Ahora yo no sé cuánto te alejas
de mi piel esculpida por tus huellas..