Hace rato que tenía ganas de escribir,
alguna cosa que no se trate de algo en concreto.
Simplemente me tenía que decidir,
para afrontar lo que parecía un reto.
Escribir sobre mujeres, amor o placer,
es algo que venía haciendo muy seguido.
Jamás, por ejemplo, escribí sobre mi ser,
quizás, porque me sea aburrido.
Y ahora uso la rima por vez primera,
es que algo está cambiando:
¿La inspiración vendrá de afuera?
¿O sólo voy variando?
No quiero describir una silueta, una cosa, un lugar, un objeto.
Se trata de querer entretener,
sin saber de qué se habla.
Estos versos ya no riman,
y sigo cambiando de tema.
Detrás mío alguien me va diciendo:
Nene, no entiendo nada.
Y a medida que pasa el tiempo,
hasta yo no voy entendiendo.
Es que eso es lo que quiero,
por algo no hablo de nada.
Y por eso ahora lo termino.
Aunque no le haya puesto un título.
Es que a lo largo de este camino,
el título es lo de menos...