La espesura le dijo a la montaña:
- “Te invito al río...”
ésta le contestó: - “El río,
ese que te baña, yo te lo envío.”
La lluvia le dijo a la montaña:
- “Te invito al cielo...”
ésta le contestó: - “A él llego
y con las nubes juego,
las nubes que, en sus entrañas
te hicieron.”
El sol le invitó a viajar
y la montaña ni se movió,
y le dijo: - “Tú estás más fijo que yo,
yo te acompaño, y es un engaño
creer que pasas...
yo soy quien viaja en tu derredor.”
Los animales (a la montaña)
le pisoteaban... y ella de pronto se sacudió,
escupió su lava...
y a más de uno los calcinó.
Y la montaña le dijo al pino:
- “Sabes amigo, que te pareces
mucho a mí...”
Después de un rato él contestó:
- “¿Sabes, hermana?...
tienes razón.”