Tu imagen se va tornando
más difusa, fantasmal,
y las brumas de la noche
la van tornando en tinieblas,
carece del brillo sobrenatural
que el sol ha impregnado
a tu tersa y esbelta figura,
oscura piel por el deseo reprimido.
Tu rostro se ha quedado
más hélido y mustío, con la despedida,
sin mas en esta noche nuestra amante
entre los inmensos abismos celestes,
ahora lo recuerdo tibio y sereno
canela de cafe y ámbar amargo,
pero la oscura noche nos pide silencio
para dejar el universo de negro y vacio.
Tu alma llevará marcada mis
eternas palabras celestes de lucidez,
en una hoja marcada y sembrada
para que el olvido no pueda talarla,
lleva aun mas contigo los ecos
de la noche y su ritmo nocturno
melodías que danzan por el horizonte
que repiten las palabras de amor.