Te mire entre espirales de humos de cigarro en cigarro, solitario, hecho trizas
Esa noche fría, te mire abstraído parecía se te iba la vida de mucho pensar
Sin exteriorizar tus penas me miraste abstracto, tu mirada perdida y distante
Para que hablarte porque sin respuesta me hubiera podido quedar.
Eras tú con olor a ajenjo, con ojos cansados y gesto rasgado sin dejar de sonar
Eras tú sentado bajo luces tenues, solitario con el corazón sin fuerzas para lidiar
Tú con la desdicha reflejada en tu semblante encerrado en el dolor, con olor a ajenjo
Así estabas, desertando la realidad, callando las verdades rodeadas de desolación.
Así te pasabas la vida entre humos de cigarros, olor a ajenjo y tu existencia cargada
Te levantaste y te fuiste como a quien no le importa nada, quizás para no volver
Un día regresaste distinto, liberada tu alma, amando la vida y empezando a ser feliz
Y aun persiste el humo de aquel cigarro y el olor a ajenjo en ti.