Al.
En mis pupilas recibir,
la límpida pureza de tus ojos,
La mente prisionera de ellos subsiste.
De sus vislumbres,
pillado entre sus enredos me encuentro.
Dueños de mis vigilias serán,
mientras viva.
En los oídos al percibir,
amorosos trinos de tu voz.
Henchidos de frenesí,
en los tímpanos se clavaron.
Llenándolos de suaves murmullos cariñosos.
Sin lograr su lenguaje traducir,
las aspiraciones mías seduciste,
en reburujos de esperanza.
De valor armado
envolví tu cintura con mis ansias.
En la pupilas mías,
la forma precisa de tu talle, colgada llevo.
Achispar mi mente quiero
con el licor emanado de tus besos.
Y perderme en la dulzura enloquecida
de unos labios mordelones,
llenos de tentaciones.
En la añoranza del viento, el eco
tu nombre trae.
En los espacios
donde no se regula el tiempo.
Navegan mis ambiciones.
bambam