Cuerpo celeste que se enamora, coito nocturno bajo el firmamento, lucero morboso, inquieto u oculto.
Amante incesable deseosa de una inmenso oscuridad, para posarsé sobre su sábana blanca de satín lustroso
Amores que muerden por deseo, celosos hambrientos sobre el celaje, paraíso entre tus muslos; monte de Venus; amor de plata cuanto te amo.
Amor mío, !majestad! ha llegado una princesa desde Encélado besando su mano, es un privilegio cuando se es su esclavo.
Mimas, Tetis, Dione, Rea, Titán, Hiperión, Jápeto y Febe.
Tanto Tetis como Titán, siempre serán amantes sabré el desprecio, sin importar sus arras forjadas en oro, anillos preciosos que encadenan sus lánguidas vidas, esto termina con el amor.
Amada libertad, lastre de añoranza, dime por favor donde te escondes.
Marc Téllez González