Cuando al suelo caí
Por el cansancio del largo camino
Que me llevaba a ti
Para que se cumpliera mi destino.
Con paciencia jobiana,
Tras reponer el perdido vigor
Se levantó lozana,
Por obra y gracia del perfecto amor,
Mi vieja humanidad;
Y continué mi viaje hasta tu orilla
De la felicidad
Que me esperaba, galana y sencilla.