liborio cantillo

CIX

Voy camino al malecón,, ! hoy es domingo !
Empacamos en el carro las maletas,
mi muchacho tiene doce, no es un crío,
pero espera este día Con entusiasmo
y corriendo va buscando a su mascota
que le ladra de alegría porque sabe,
que es el día especial en que lo llevan
a correr en compañía de otros caninos,
le compran su alimento en el mercado
y por eso va feliz haciendo ruido.

Se acomoda de un brinco en el asiento,
con su lengua en continuo Movimiento,
se la pasa por la cara con cariño
mientras él lo reprende con un grito,
que lo deja cabizbajo y compungido.

Acomoda en el baúl su bicicleta
y felices salimos todos juntos.

A medida que llegamos vamos viendo
un paisaje de color en movimiento,
los muchachos se deslizan raudamente,
compitiendo con destreza en sus patines,
haciendo malabares se confunden
perdiéndose entre todo ese tumulto.

Las parejas tomadas de la mano
van cruzando,
con el viento agitando sus cabellos,
mirándose entre si van platicando
disfrutando del placer de estar unidos.
Con la música acariciando sus oídos
Se abrazan y se besan sin remilgo.

Los mayores lentamente van trotando
hablando de los tiempos ya vividos,
se pierden entre todo ese gentio,
Que semejan unas olas gigantescas
Que van y vienen como nubes
que en el aire van flotando.
Con su hermoso y brillante colorido.

Al llegar me acomodo en una banca
mientras él se va corriendo con su perro,
Se alejan poco a poco y yo me quedo
sumido en mis propios pensamientos.

Soy feliz al mirar que esta creciendo
estos ratos que pasamos son eternos,
me gusta cuando habla, cuando ríe
y me abraza contándome sus sueños,
que recrea con pasión en su futuro.

De pronto un ladrido me despierta,
Me he quedado dormido en la banqueta,
y Fito a lengüetazos me convida
a seguir con su amo dando brincos.

Yo no puedo correr y el bien lo sabe,
así que se queda echado en tierra,
Mientras el va montándose en su cicla
acompañado de todos sus amigos,
que también han salido a disfrutar
de este dia de sol y de armonía.

al concluir la faena que empezamos
Regresa fatigado y sudoroso,
lo invito a que comamos un helado
para luego almorzar en el camino.
Al llegar a la casa nuevamente
le comenta a su mami y sus hermanas
lo vivido en este día tan especial
que hemos pasado,
esperando que nos llegue otro domingo.