Desde el puerto despido el barco
que a mi amada ha de llevar
allende los mares de este mundo,
para toda la eternidad.
Dibujo a lo lejos su silueta.
Mi llanto rebrota sin cesar.
Mi amada viajando se aleja.
Mi alma sola quedará.
Hilvano mi destino con temores,
la soledad su sombra cernirá.
No puedo vivir si su sonrisa.
Me falta aire que respirar.