De tu vientre alborotado
a tus brazos me cogí,
y lo primero que ví
fue tu rostro iluminado.
Me trajiste a esta vida
tú el centro de mi mundo
puedo respirar profundo
mi niñez esta servida.
Entre mantas blancas me hundo
envuelto con mil muñecos
conpañeros mudos secos
de los llantos con que inundo
las noches y me confundo
¡tengo miedo quiero a mama!
Un beso suyo y adiós drama,
la sonrisa vuelve a mi alma,
balbuceo ya estoy con calma
me da el pecho: !se que me ama¡
Un beso y una flor.
Alfredo Daniel López.