AMADA PERLA
Aquí al lado del mar,
jardín de la amada perla,
aquí la vengo a llamar
para curarme las penas,
y me bese la nostalgia
que a mis pupilas rodea,
y me acaricien sus labios
lo mismo que la marea,
cuando besa las orillas
de esas mágicas arenas,
solitarias y dormidas,
por tantas playas desiertas.
Así vivo yo sediento
como las blandas arenas,
esperando la saliva
de mi fonibusa y libella,
que tiene afán de besarme
y yo también de beberla.
Ven tú amada del cielo
que estoy debajo la tierra,
sálvame tú amor mío,
de esta terrible condena.
Me han pegado los astros
pues desde aquella soy muerto,
por eso lloro mis penas,
pues antes que se funda el sol
y se queme toda la tierra
pues la hallaré en mi bosque
a mi princesa y doncella
para abrazarla en el aire
a mi libella y estrella.
Ven tú caracola mía,
ven amada de mis penas
para vivir en los cielos,
y llegar a ser divinos,
y gozar la vida eterna.