Me cobraste cada beso,
y tasaste mi amor...
vendiste todos mis sueños,
y hipotecaste mi corazón.
Me pediste más tiempo,
sin darme explicaciones,
ya no se ni lo que siento,
y creo tener mis razones.
No hay culpa sin culpados,
ni errores sin perdón,
y para todos los pecados,
siempre hay la absolución.
Y entre el cielo y la tierra,
nos hacemos al camino,
quiero tu amor y no la guerra,
pero no depende apenas del destino.
Voy a sembrar nuevas semillas,
y esperar otra cosecha,
que aunque nos separen muchas millas,
dicen que el amor, siempre asecha.