Madre,
Eres puente mágico
entre el creador y la vida.
Eres,
alimento perfecto,
maná que brota por tus senos,
condimentado con tu amor.
Eres,
centro de ignominias
que maltratan tu honor;
Pero,
tu tierna mirada
y tu leve sonrisa,
todo lo cubren
con el velo de tu amor.
Madre,
el roce de tu piel
y el sonido mágico
de tus palabras,
sanan mi corazón.
Te amo,
volvería a escogerte
como mi madre,
igual que Jesús a María.
Walter Rafael Agüero Gomez