Marc Tellez Gonzalez

Madre.

 

 

Vivir no es una casualidad, vivir es una condición que dicta el amor.

 

No existe error para existir, tan sólo sé que de alguna manera llegué a este mundo, donde hoy vivo, y lo primero que mis ojos notaron fue tu hermosa faz en tu grandeza.

 

Aún no sabía expresarme, pero lo que siempre entendí fue esa tu maravillosa sonrisa y, mi primera sensación fue el calor de tu pecho que fue mi primer regazo.

 

El tiempo avanza muy rápido como la canción que expresa bellos recuerdos y se quiere repetir tantas veces, pero aveces no es posible.

 

He crecido y recuerdo tantas veces, cuando tu sabiduría se iza sobre mi faz y me daba aliento, coraje y una entonación objetiva a la vida.

 

No sabría en este momento ser quien soy, y hoy, suelo ser el reflejo de lo que soñaste que podría ser.

 

Amor, amor mío, todos los días te recuerdo con la fuerza de las mares y los cielos, donde reposa un pedacito de tu infinita grandeza, madre mía.

 

 


Marc Téllez González.