Como el viento va besando tu mejilla,
se pierde y en un tris tras desaparece;
como el sauce que en la orilla hoy se mece
y mañana ya cayó en la misma orilla.
Hoy ya es pasado y pasado dios dirá,
los días raudo corren, pasan los años,
entre lágrimas de amor y desengaños
pero pronto una hoz tu espiga segará.
Se irán hacia otro lugar ¿quien sabe donde?
quizás los sueños se guarden en armarios.
¿acaso exista un lugar que dios esconde
y que evite publicarlo en los diarios?
Se van y al minuto que pasa se nos van
en ese tren que es de corto recorrido,
sin siquiera gracias dar de haber venido
y tampoco preguntar a donde irán.
Y es en este discurrir del que aquí hablamos
llega un día y se nos marchan nuestros hijos
en busca de sus propios escondrijos
y nosotros al final también nos vamos.
©donaciano bueno