La voz de la carne
que,pura nos abre.
Cándida vida nace
ese destino madre.
Las estrellas salen
y celebran,con Fé.
Gloria del Dios rey
a sus frutos,amén.
Cantan ruiseñores
a las cálidas flores.
Mi pequeña sonríe
su caricia es dulce.
Beso su piel suave
blanca,como nieve.
Tengo días alegres
mi niña se duerme.
Disfruto ser madre
los tesoros llueven.
Veneran mi vientre
lágrimas,no duelen.
Mis pasos vuelven
tengo razón noble.
Su cálido perfume
fruto de mi sangre.