(Managua, 5 de mayo de 2014)
Esta es la camisa que quiero me arrebates,
en la que tus suaves manos se deslicen,
y con un brillo en los ojos,
saborear, sentir como me desvistes.
La camisa negra, sin botones,
tú los arrancaste con furia y
yo seguí paso a paso tus movimientos,
me uní a tu danza con placer y
te entregué mis sentimientos.
Esa camisa ya no es mía.
esa camisa es tuya,
desde que fui tuyo,
desde que fuiste mía.