luisa leston celorio

EL FILTRO DE VENENO

Un filtro de veneno me brindaste,

y yo incauta lo acepté

creyendo que de mis pesares

era la solución.

 

El veneno que recorrió mis venas,

de este inhóspito mundo no me apartó.

 

Seguí vagando

por empedrados caminos

soportando mis penas,

porque el filtro venenoso

no hizo en mí más mella

que ser sufriente de amores

para esta mi vida

que se me hace eterna.

 

Amores varios,

paternales, de hermanos,

de esposo, de vástagos.

En todos he sentido

que han sido amores menguados,

pues mucho he deseado dar,

y qué poquito de mí han aceptado.

 

Del filtro del veneno

está mi amor infectado.

¿Ha de ser que mi sentir

está equivocado?

¿Tanto amar estorba,

y por esa razón resulta osado?

 

¿Acaso esta pócima

no tiene antídoto

para de sus efectos librarme?


¿Por qué no me ha servido

para de mi triste destino apartarme?

¡Ya no deseo este filtro falaz,

que no sirve para vivir un amor dichoso!

 

¿Por qué navego por hostiles mares

y calzadas resquebrajadas,

si lo que deseo es caminar

por llanos senderos

para hallar sincero amor

que no haga tanto daño?

 

¿Es acaso que no sé donarme

como esperan los demás?

Si mis torpezas envilecen

mis maneras de amar,

¿para qué seguir en este mundo

si no sé amor entregar?

 

Si aquel filtro de veneno

que me brindaste

hubiese sido eficaz

no estaría hoy penando

por la muerte no poder alcanzar.

 

 2012-04-16

Luisa Lestón Celorio
Asturias-España

Recordando el clamor de una mujer que se sentía malvada.