En el campo se anda sobre la tierra,
que es la vida misma,
que nada esconde.
En la ciudad todo es máscara,
todo apariencias,
hasta el suelo mismo es una máscara
que oculta la mierda que viaja en el drenaje.
Sin embargo, basta estar atento
en los días soleados,
en esos días tan bellos,
para notar que la mierda siempre huele,
aunque se esconda.
JCEM