La muerte es fin al sueño de una vida,
inflexible ocasión para perderte,
que anula la obsesión que hay en quererte,
la muerte es una triste despedida.
La muerte es esa suerte malparida
que viene a triturar lo que divierte,
jodida decisión, eso es la muerte,
conclusión y gangrena de una herida.
Yo que te temí y no quise temerte,
que enseñaron a amar, no supe amarte,
tú, ese dios, al que nunca logré verte,
ahora que mi cuerpo estará inerte
quisiera ya a mi alma a ti acercarte
y, seguro que no creo, a ti creerte.
©donaciano bueno