santos castro checa

CIRCE NEGRA... EN EL SONIDO DEL SILENCIO

CIRCE NEGRA... EN EL SONIDO DEL SILENCIO
 
...ambrosía de los silencios;
versos en el horizonte en llamas;
estrellas rutilantes en la sombra trémula;
ternuras sepultadas, precipicios, gemidos,
¡oh, espuria endecha, la ciénaga, la cabrona huesa…!
¡Oigan, oigan esto, cretinos, guardad silencio!
Calvarios, condenas, crucifixiones;
abrazos infinitos de una y otra noche.
Noche, ora más humana,
ora más luzbelica, nos incinere las entrañas,
nos mate los pulmones por la angustia, ¡ah, el asfixiante beso...!
¡Oh! Senda de nácares, de piedras que acecharen nuestros vicios,
nuestras verdades, ¡piadosa mentira, el duende del miedo! Díganme, hijos del silencio:
-¿Qué tan lejos la frontera hacia la luz?
 
Tal vez sea gótico el dolor y gótico el silencio;
las almas han perdido su color; mas,
una novia de blanco ore,
y un muerto en su ataúd, con sonrisa de marfil blanco, llore.
Pero, allá, allá van las sombras ingentes,
llorando su suerte y su amargura.
Ellos, ¡ellos son los actuares de sombrajo esperpento:
los trapecios, los columpios, ¡los sueños de papel!
¡Ay! Falsías y sonrisas en el velorio del homicida...
Y, en esta payasada, un alma en silencioso espanto exclame:
¡Ananau! ¡Ananau!
 
Así, serena y callada, de cera la efigie de un cuervo muerto
inmute al ruego, atrape a nuestros escombros,
¡a nuestros escombros,
a nuestras cenizas,
a nuestros ojos infinitos,
a nuestros lóbregos suplicios!
¡Oh! De circe grito, gritemos en escenario espectro:
¡Quitadme este manto de cenizas, infiel amada y convertid
la cruda realidad de un amor de perdedores
en una dulce fábula de grillos
-¡Corazones muertos, de sus cenizas vuelvan
a saltar de alegría por los golfos de la vida,
por sus benditos montes y sus arpas... de lejana fantasía...!

 

Ahmed Krentel

 

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