Entrégame tu alma
Entrégame tu calma
Entrégame tu aliento
Y de tus besos, la llama
Entrégame el embrujo de tu mirada
Entrégame tu llanto de niña malcriada
Entrégame la picardía de tu sonrisa
También la suavidad de tus caricias
Entrégame tu alma
Entrégame la luz de tu mirada
Tu cuerpo y tu calma
A cambio, reina linda, te daré mis madrugadas
Y te daré los sueños que he dejado en mi almohada
Por tí desencadeno miles de melodías
Por tí robo la rima de perfectas poesías
E inspirado en tu ser, amor mío, haré canciones
Que exciten el Punto G de nuestros corazones
De nuestros corazones inocentes y vagabundos
que desandan embriagados de amor por este mundo
Quiero buscar refugio, reina linda, entre tus piernas
Luego pedir asilo eterno para mi lengua
Alimentarme con el néctar de tus entrañas
Y a plenitud saciar todas tus ganas
Quiero sentir tus uñas rasguñando mi espalda
Tus quejidos en mis oídos, amor mío, mientras me amas
Descongelaré el témpano que habrá en tus labios
Cuando al éxtasis del clímax estés llegando
Al ritmo acelerado del vaivén de tus caderas
Incansable danzar durante noches enteras
Entrégame tu alma Entrégame tu calma Entrégame tu aliento Y de tus besos, la llama Entrégame la luz de tu mirada Entrégame tu llanto de niña malcriada Entrégame la picardía de tu sonrisa También la suavidad de tus caricias Entrégame tu alma Entrégame la luz de tu mirada Tu cuerpo y tu calma
Francis Levis Vargas
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