Una noche a la luz de la luna
quise escribir unos versos
que hablaran de amor y ternuras
pero el recuerdo de unos hechos
me llenaron de amargura.
Aquel fatídico trece de noviembre
que los españoles jamás olvidaremos,
se encontraron brutalmente asesinadas
a Míriam, Toñi y Desiré.
Después de cuatro largos años
se inicia el juicio contra el único acusado
y desgraciadamente tenemos que admitir
que como al principio nos encontramos.
Se dice que el principal sospechoso
se encuentra huído de la justicia
y Miguel Ricard, presunto implicado,
pudiera ser el único condenado.
¡Y los criminales andan sueltos
\"matando a nuestras hijas\"
mientras se pierde el tiempo
en el Palacio de Justicia!
Un padre con más tenacidad
no lo hemos visto en la vida,
en busca de los asesinos
aunque le cueste la vida.
Valiente, sereno y en ocasiones
esbozando una sonrisa
conteniendo la ira que supone
presenciar tanta injusticia.
¡Luche sin desmayo
don Fernando García,
por la carne de su carne,
por aquellas inocentes niñas!
Para que se aclaren los hechos
¡aunque nadie le devolverá a su hija!,
pero nos quedará a todos el consuelo
de que por fin se hizo justicia.
Abogados, Fiscales, Jueces,
Magistrados de la audiencia,
hacer prevalecer la verdad,
la justicia y la decencia.
A los padres, hermanos,
abuelos y pueblo de Alcácer,
España entera se une a vuestro dolor
en esta larga y dura contienda.
Y en esta noche de luna llena
alzando al cielo la mirada
doy por terminado el poema
implorando a la justicia Divina,
la única que existe en la tierra.
Fina