jamesloki15

Anormalidad

Capítulo 1

Día tras día, es como vivo, sumido dentro de una fastidiosa igualdad llamada rutina. Resultan ser días de vacaciones, donde me encuentro solamente acompañado de mi fiel perro.
Cabe mencionar que mi vida nunca ha sido de gran importancia o interés. Y ahora que vivo en plena adolescencia menos. Soy como un fantasma, en donde quiera que esté, ya que solo unos cuantos me conocen, los demás, no.
Todo lo que tengo que hacer es despertar a medio día, tomar algún refrigerio ligero porque la hora de la comida no es tan lejana ya, después mi perro tiene la necesidad de salir a dar una vuelta que no dura más de 25 minutos. Después de eso, todo es igual, estar acostado oyendo música, comer, salir unas dos o tres veces nuevamente con mi compañía y continuar a oscuras en mi gran casa.
Han pasado así cinco semanas y media, sin anormalidad alguna. Hasta el día de hoy.

Capítulo 2

Y es que al pasear, las calles se han quedado desiertas, no autos, no gente, ni siquiera un perro callejero merodeando por comida. Tal vez no es hora de grandes movimientos, pensé.
La noche caía lentamente, de una manera posiblemente sensual. Mis padres llegarían en menos de una hora, listos para cenar y luego ir a dormir.

En lo que en el reproductor se escuchaba un solo de guitarra libre de distorsión, salí a tomar aire fresco al balcón, ya que estar encerrado como vampiro después de un par de horas, te sientes asfixiado. Y fue ahí cuando lo vi.

Él estaba parado inmóvil, a unos 15 metros de mi casa, aunque no podía distinguir sus ojos, ni siquiera su rostro por la capucha de la sudadera que traía puesta. Pude sentir su mirada clavada fijamente en mi casa, o peor aún, en mí.

Es solo un tipo extraño, que pudiera estar esperando a alguien, no debo de actuar como paranoico, entonces, entré de nuevo y recibí a mis padres minutos más tarde.

Capítulo 3

La hora ha llegado para mí. Mi objetivo marcado es más fácil ahora que conozco la rutina que lleva día a día. He de visitarlo ya.
Me he colocado en un lugar favorable para ser visto por mi objetivo, faltan segundos para que salga al balcón y de ahí esperar a poder acercarme. Pero cuando sucede, algo extraño ha pasado, pues mi objetivo solo me miró y volvió a meterse en su casa y no tengo posibilidad de entrar sin invitación de él.
Son las tres y cuarto de la madrugada, he vuelto a ponerme en el mismo sitio de horas antes y para llamar su atención comienzo a aventar piedras diminutas a su ventana, de manera de que solo él me oiga, hasta que mis esfuerzos rinden frutos y se asoma. Al quedarme quieto con mi mirada sobre él es la manera más conveniente de hacer llamar a tu objetivo como lo he logrado.
Mi objetivo no obtiene conexión conmigo, por lo que trata de comunicarse conmigo con señas pero una regla nuestra es el no movernos, porque eso nos delataría como no-humanos y la misión fallaría. Ahora, él se ha quedado ahí mirándome, no entiendo por qué no hay conexión, por qué el doctor no me da luz verde, por qué no sucede lo que me habían explicado. Y es de esta manera en la que nos quedamos los dos durante una hora y tres cuartos hasta que veo él cae al suelo muerto por el sueño.

Capítulo 4 (final)

Mi misión de rescate ha fracasado, es hora de volver a mi lugar de origen y que mi destino se cumpla, soy un fracaso.
Al llegar mi doctor me dice que no me sienta culpable, han tratado ya 9 almas de rescate con él y todas han fracasado debido a su gran sufrimiento y gran negación de ayuda. Yo era la décima, la última oportunidad, el destino de mi objetivo es incierto, nosotros no podemos hacer más, mucho menos yo. He de morir.