El militante del ocio,
pues el mundo se ha llenado
de muchos bochinches,
y solamente los sordos
y los no nacidos
pueden disfrutar del silencio;
pide tregua el militante del ocio,
ya que el mundo se ha colmado
de cuantiosos hervideros,
y exclusivamente las momias
y el rigor de las piedras
pueden disfrutar de la calma;
pide tregua el militante del ocio,
porque el mundo se ha atestado
de profusas tecnologías,
y solamente la soledad de las selvas
y el fragor de mares y ríos
pueden disfrutar de la belleza;
pide tregua el militante del ocio,
puesto que el mundo se ha abarrotado
de excesivos jaleos,
y tan solo la altura de los cielos
y la oquedad de los abismos
pueden disfrutar de la paz;
pide tregua el militante del ocio,
a causa de que el mundo se ha saturado
de abundantes tramitologías,
y meramente los niños
y el delirio de los autistas
pueden disfrutar la simplicidad de las esencias;
pide tregua el militante del ocio,
a los dioses degenerados del destino
que lo dejen probar otros impulsos,
ya larga ha sido su condena
en esta tierra de flemas y aguijones,
pide tregua
este humilde poeta noctambulo,
para poder ser resplandor,
canto,
pura y vibrante
materia al fin.
JOHN WILLMER