ALABARTE EN EL ALBOR
¿Son tus ojos amapolas
que nacen con el viento
y de pronto se acumulan en mi cintura?
¿Es tu palabra la que trepa
que traspasa los infiernos
del insomnio
trastocando hasta mi piel?
Atrevida luz
en tropel tamaño de mi carne
como una génesis de mí mismo.
Alabar…
benévolo en el albor de la esperanza,
con tus labios brillantes
que embeben el rocío de las estrellas.
Percibir el caudal de todos los mares
descubrir el ángel de tu existencia,
omitir la materia,
oleaje de substancia transparencia,
y someterme con tu aliento en el ocaso,
solvencia de tu alma
sosteniéndote a ti.
Ha temblado mi guirnalda de alegría.
15 de junio de 2014
Autor: Rafael Molero Cruz