Hace mucho tiempo que no estábamos juntas.
Caminé de la mano contigo, te conté que con
mi vida pasó.
Te conté de los nietos que tienes, que de tí yo
les hablo siempre. De tu manera de ser, de tu
forma de hablar, de tu lucha por la vida.
De ver las cosas buenas de los malos momentos
de no criticar, de no juzgar a la gente por lo que
aparentan. Hablamos no sé por cuanto tiempo
y en tu regazo me dormí, acariciabas mi pelo y
al cielo le pedí que ese sueño jamás terminara.
Te dije cuanto te amaba, que a mi vida mucho
le faltabas, que ahora comprendo cuanto ama
una madre. Que comprendo ese amor infinito
que todo lo llena, que todo lo abarca, que todo
lo espera. Me dices que tenías que irte y
nuevamente yo te perdí. Pero que siempre
estás junto a mí, en mis sueños y en parte de
mí. Madre mía, estuvistes junto a mí y tu amor
nuevamente sentí. Pero sólo en sueños lo viví.